CELLA, EL PUEBLO DEL AGUA

Descubra uno de los rincones más desconocidos de la provincia de Teruel, con un encanto natural y arquitectónico único en Aragón

LA VILLA FLUVIAL

Los primeros vestigios documentados mediante restos arqueológicos de actividad humana en Cella se remontan al Imperio Romano con la apertura de un acueducto desde la actual Albarracín hasta Cella para traer el agua del río Guadalaviar. El rey Jaime I le otorga el título de villa y el rey Jaime II cede a Pedro Jiménez de Iranzo tres torres de la villa con la condición de que este las devuelva a su muerte volviendo a manos de Pedro I de Aragón tras el fallecimiento de Pedro Jiménez de Iranzo. En 1177 el Obispo Torroja concede licencia a los templarios para la construcción de una población y se establecen en el castillo.

De ese tiempo es la construcción del pozo artesiano, que deja en desuso el acueducto romano. En 1333 se muralla la villa. En el siglo XV Cella es el refugio de la Inquisición turolense, de lo hay recuerdo en la ermita dedicada al inquisidor Pedro de Arbués. El pozo artesiano es embellecido entre los años 1729 y 1731 por el Capitán de Ingenieros Domingo Ferrari.

El monumento principal de Cella es el pozo artesiano, la llamada «Fuente de Cella» pero también hay que destacar su iglesia y las ruinas de su antiguo castillo, todas ellas edificaciones del medievo.

El acueducto romano es una prodigiosa construcción de ingeniería romana trae el agua del río Guadalaviar hasta Cella. Tiene una longitud de 18 km, con anchura de medio metro. Entre Albarracín y Gea de Albarracín discurre por una galantería de 2 metros de altura y cuando se acerca a Cella se soterra a 30 metros de profundidad.

La iglesia parroquia de Nuestra Señora de la Inmaculada posee un retablo de la Virgen del Rosario pintado en 1601 por Silvestre Estanmolín.

La Laguna del Cañizar: Tras la apertura de la fuente de Cella, surgió la Acequia Madre, también llamada río Cella, la cual canaliza el agua que brota de este pozo artesiano. Se trata del segundo humedal interior de España tras las Tablas de Daimiel, sometido en las últimas décadas a un proceso de recuperación integral tras mucho tiempo de estar cerca de su desaparición

CELLA, EL AGUA SIEMPRE PRESENTE

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